El sesgo cognitivo o sesgo psicológico es la tendencia a tomar decisiones o emprender acciones sin ser consciente de la irracionalidad de las mismas. Por ejemplo, puedes utilizar inconscientemente los datos de forma selectiva o sentirte presionado a tomar una decisión por colegas influyentes.
En este artículo, exploraremos varios tipos habituales de sesgos cognitivos presentando ejemplos y te guiaremos para evitarlos. Esto te ayudará a tomar decisiones más acertadas y menos prejuiciosas.
¿Qué es el sesgo cognitivo?
Durante la década de 1970, Amos Tversky y Daniel Kahneman estudiaron por qué los individuos tienen dificultades para razonar y juzgar objetivamente en determinadas situaciones. En consecuencia, acuñaron el término sesgo cognitivo.
El sesgo cognitivo es un término utilizado para referirse a ciertos errores mentales previsibles que se derivan de nuestra incapacidad para analizar la información de forma imparcial debido a nuestras limitaciones cognitivas. Puede dar lugar a decisiones ilógicas e irracionales, que nos lleven a juzgar mal los riesgos y las amenazas..
Según los investigadores, el sesgo cognitivo es la inclinación a tomar decisiones ilógicas o a actuar de formas influidas por nuestros valores personales, memoria, socialización y otros rasgos individuales. Un amplio espectro de acciones, como la toma de decisiones, los juicios, las creencias y las interacciones sociales, puede estar influido por diversos sesgos.
¿Cuáles son los sesgos cognitivos más frecuentes?
A menudo, nuestros prejuicios pueden no ser reconocidos debido a su naturaleza inconsciente, lo que dificulta reconocer cuándo influyen en nuestras elecciones. Pero como manifiesta María Stroman: “saber cuáles son, es un gran paso para poder combatirlos”.
Por eso, a continuación, te comentamos los que generalmente se presentan repetidamente en nuestro proceso de pensamiento:
- Anclaje
Este sesgo se refiere a la inclinación a sacar conclusiones precipitadas basándose en la información obtenida al principio del proceso de toma de decisiones.
Esto se refiere a un sesgo de “primera impresión”. Una vez que has oído “al presentador”, es probable que interpretes y emitas juicios basándote en él.
- Sesgo de exceso de confianza
Ocurre cuando confías demasiado en tus propios conocimientos y opiniones. También puedes pensar que tu aportación a una decisión es más valiosa de lo que realmente es.
Este sesgo puede combinarse con el anclaje, es decir, actuar según las corazonadas debido a una visión poco realista de nuestra propia capacidad para tomar decisiones.
- Sesgo de confirmación
El sesgo de confirmación se produce cuando se busca activamente información que apoye las creencias actuales y se ignoran las pruebas que las contradicen.Esto podría llevarnos a tomar decisiones sesgadas, ya que no tenemos en cuenta toda la información relevante de que disponemos.
- Efecto Halo
Este efecto se refiere a la tendencia que tienen las personas de obnubilarse por los rasgos positivos de una persona, y no poder ver sus defectos o errores. En pocas palabras, puede ser un reto aceptar el hecho de que alguien a quien admiras o en quien tienes fe pueda estar equivocado en una situación concreta.
- Error fundamental de atribución
La inclinación a responsabilizar a los demás cuando las cosas no van bien, en lugar de evaluar la situación objetivamente, se conoce como error de atribución fundamental. Concretamente, un individuo puede atribuir la culpa o emitir un juicio basándose en un estereotipo o en un defecto percibido de su personalidad. El error surge debido a la tendencia a atribuir la responsabilidad a factores externos.
- Sesgo retrospectivo
Mirar decisión que realizamos en el pasado con ojos imparciales puede resultar difícil debido al sesgo retrospectivo. Este sesgo también puede plantear problemas a la hora de analizar los resultados de experimentos empresariales, ya que uno puede creer que el resultado era predecible a posteriori. El efecto “lo sabía desde el principio” se produce cuando alguien piensa que predijo con exactitud el resultado de una decisión antes de tomarla, aunque no fuera así.
- Falacia del jugador
Al cometer la falacia del jugador, confías en que los acontecimientos pasados influyan en el futuro. La duración de una racha ganadora o perdedora tiende a reforzar la creencia de que las cosas cambiarán en el siguiente suceso. Sin embargo, la verdad es que los resultados son altamente impredecibles, y el número de victorias que hayas conseguido anteriormente afecta poco o nada al futuro.
- Efecto de mera exposición o “principio de familiaridad”
Ocurre cuando la exposición repetida de un individuo a un estímulo mejora su actitud hacia él. En la toma de decisiones, este sesgo puede manifestarse como una preferencia por opiniones, personas o información que ya han visto u oído antes.
- Efecto Dunning-Kruger
El efecto Dunning-Kruger se refiere a la capacidad humana para evaluar con precisión tanto su propio nivel de competencia como el de los demás. A menudo, las personas poco cualificadas tienden a sobrestimar sus propias capacidades, mientras que las muy cualificadas tienden a subestimar sus habilidades.
¿Consideras que alguno de estos sesgos suelen estar presente al momento en el que tomas decisiones? ¿Crees que te afectaron de algún modo?