A pesar de que la mayoría de las empresas no organizan debates formales, los empleados suelen tener desacuerdos sobre ciertos temas del trabajo. Estos pueden ir desde discutir sobre la mejor forma de terminar un proyecto, hasta si la empresa debe aplicar una nueva política.

Tener un sólido dominio de las técnicas de debate puede aumentar tu capacidad para mantener desacuerdos productivos y persuasivos. Veamos cómo la utilización de 11 técnicas clave de debate puede transformar tus interacciones en el lugar de trabajo.

A continuación, se presentan 11 técnicas de debate que pueden utilizarse en un entorno profesional:

1.  Piensa ¿quiénes me escucharán en esta reunión?

Durante un debate en el lugar de trabajo, uno de tus principales interlocutores es la persona con la que estás debatiendo. Es importante tener en cuenta sus creencias y opiniones para encontrar formas de persuadirlos de que estén de acuerdo con tu punto de vista.

Ten en cuenta que puede haber otras personas presentes durante los debates en el lugar de trabajo, aparte de la persona con la que estás debatiendo directamente.

Para persuadir a tu audiencia de que apoye tus argumentos, considera la posibilidad de aprovechar sus deseos. Al satisfacer los deseos de tus oyentes, puedes hacer que tus argumentos sean más convincentes y fomentar su apoyo.

Si la persona con la que estás debatiendo ve que tu argumento atrae a otros, puede que entienda mejor tu postura.

2. Enfócate en un único tema

Las conversaciones en el lugar de trabajo pueden abarcar diversos temas, pero puede ser beneficioso centrarse en una cuestión concreta. Dedicando los esfuerzos y la investigación a una única reivindicación, es posible construir un argumento más eficaz y captar la atención del público.

3. Estructure su argumento en torno a su reclamo

Tras determinar el único tema que quieres abordar, contempla la posibilidad de organizar toda tu argumentación en torno a él. Lo ideal es pensar en tres puntos cruciales para reforzar sus afirmaciones más amplias. 

Además, emplean pruebas y razonamientos lógicos para dilucidar cada punto y presentar sus argumentos.Centrarse en temas significativos puede ayudar a mantenerse organizado y a garantizar la comprensión de los compañeros respecto a los argumentos propios.

5. Pensar con anterioridad cuáles pueden ser las afirmaciones contrarias a la tuya

Cuando te prepares para un debate, es importante que pienses con antelación en las afirmaciones contrarias que puedan surgir. Analizar varias perspectivas puede ayudar a contrarrestar los puntos de tu contraparte, así como a comprender en qué están de acuerdo ambas partes.

A su vez, puede ser útil revisar otro tipo de afirmaciones distintas a las creencias de su compañero o las tuyas. Es probable que tu público tenga un punto de vista que ni tú ni tu competidor respaldan.Abordando este argumento, podrás explicar por qué tu solución es la elección óptima entre las opciones disponibles.

4. Investiga los argumentos que contradicen a los tuyos

La investigación es una de las herramientas más eficaces para crear un argumento convincentes. Cuando utilizas datos para apoyar tus argumentos, los oyentes pueden considerar que tus afirmaciones son más válidas. La investigación también le ayuda a comprender las múltiples perspectivas y a abordar las afirmaciones contrapuestas. Si utiliza fuentes creíbles del sector, podrá respaldar sus argumentos con pruebas pertinentes y precisas. 

6. Repiensa cuáles son los defectos de tu argumento

Piensa como si fueras tu compañero, y cuestiónate cuáles son los puntos débiles de su argumento. Debes intentar ser proactivo reconociendo estos fallos y proponiendo soluciones adecuadas. 

7. Formular preguntas

Al plantear preguntas durante un debate, ofreces a tu compañero la oportunidad de proporcionar aclaraciones y abordar su argumento con eficacia. Además, hacer preguntas ayuda a determinar la validez de las pruebas de tu compañero.

Para asegurarse de que comprenden los puntos principales de su compañero, muchos profesionales preparan preguntas antes del debate, aunque las preguntas también pueden formularse durante el intercambio de argumentos.

8. Responda directamente a las preguntas

Tu compañero puede hacerte preguntas para comprender mejor tu punto de vista o abordar los puntos débiles de tu argumento. Responder directamente a las preguntas demuestra que estás escuchando activamente a tu compañero y que te tomas en serio sus preocupaciones dando respuestas pertinentes. 

Esfuérzate por comprender la pregunta y pide aclaraciones, antes de dar una respuesta. Sobre todo si no estás seguro de lo que quiere decir tu compañero. Es mejor ser sincero y expresar el deseo de que te vuelvan a plantear la pregunta, cuando no hayas obtenido suficiente información.

9. Elegir el tono adecuado

El tono adecuado para tu argumentación depende en gran medida del tema que se esté tratando. Cuando se abordan temas serios, como un balance negativo en la empresa, se recomienda utilizar un tono más formal. Expresar tus pensamientos de forma directa, pero meticulosa puede ayudar a mantener el respeto y a transmitir eficazmente tus ideas principales.

10. Ofrezca una conclusión contundente

Al concluir un debate, es importante elaborar una conclusión eficaz. Un resumen es útil para que los espectadores comprendan tus puntos principales y recuerden lo que se discutió a lo largo del debate. 

Empieza resumiendo brevemente tus pruebas y presentando contraargumentos a las principales afirmaciones de tu compañero. Intenta incluir una declaración concisa que recoja tu argumento principal, y concluye con una llamada a la acción que motive a los oyentes a actuar. Este tipo de declaración inspira compromiso e incita a tu audiencia a hacer algo.

¿Qué opinas de estas estrategias para aplicarlas en tu trabajo al momento de presentar una idea? ¿Qué otras ideas sumarías para mejorar la argumentación en un entorno de trabajo?