Fomentar la tolerancia puede ser una experiencia transformadora. La tolerancia aporta gracia, comprensión y fomenta conexiones más profundas con quienes nos rodean. 

Aunque es un proceso interno, tiene el notable poder de afectar al mundo, ya que encontrar la paz en nuestro interior nos lleva a conectar con los demás en paz y armonía.

La tolerancia es un concepto difícil. Puede ser un reto aceptar que el punto de vista de otra persona puede tener el mismo valor que el nuestro, en parte porque nuestras experiencias personales y nuestra lente individual pueden dominar nuestra forma de ver el mundo. Conseguir una perspectiva que pueda ver las cosas desde el punto de vista de otra persona puede ser complicado.

Sin embargo, la tolerancia es una habilidad que puede aportar más paz y armonía no sólo a nuestra propia vida, sino también a la de los demás. A continuación, junto a nuestra colaboradora María Stroman te ofrecemos sete consejos para fomentar la tolerancia hacia los demás: 

  1. Cambia de perspectiva ¿cómo percibo al otro? ¿Por qué?

En ocasiones, pueden producirse emociones heridas y una falta de tolerancia cuando no logramos comprender de dónde viene la otra persona. Aunque no estemos equipados para comprender plenamente las experiencias de otra persona, es posible modificar nuestra propia perspectiva hacia ella y la forma en que podemos relacionarnos.

  1. Hazte cargo de tus emociones

Acepta que no existe nadie que pueda hacerte sentir de una determinada manera sin tu consentimiento.Si te encuentras enfadado, herido o molesto, es importante que recuerdes que puedes controlar tus emociones. Pasa de una mentalidad de “esta persona me ha disgustado” a “estoy disgustado por algo que esta persona ha dicho o hecho, pero no tengo por qué seguir así. Tengo el poder de elegir mis reacciones”.

  1. Desarrollar la curiosidad

En muchos casos, nuestra falta de tolerancia hacia los demás se debe a una ausencia de comprensión. CuItivando activamente una mente abierta, educándonos sobre diferentes individuos y culturas, y ampliando nuestros horizontes, podemos desarrollar nuestra capacidad de comprender y abrazar a quienes nos rodean.

  1. Practica activamente el respeto hacia los demás 

En aquellos momentos en los que no te encuentres en desacuerdo con la opinión de alguien, céntrate en respetar su derecho a pensar por sí mismo y a creer en lo que elija. Del mismo modo que no querríamos que nos quitaran ese derecho, tenemos el deber de extender esa misma cortesía a los demás y tratarlos con respeto, aunque no estemos de acuerdo.

A medida que te esfuerces por cultivar una mayor tolerancia en tu propia vida, te encontrarás más satisfecho, en paz contigo mismo y con los demás, y apreciando la diversidad. Fomentar la tolerancia hacia los demás es una búsqueda de por vida que te fortificará y sanará tanto a ti como a la sociedad en la que vives, siempre.

  1. Cultiva la práctica espiritual de la meditación. 

Meditar puede ayudarte a cultivar la calma y a ganar perspectiva sobre las situaciones que desencadenan el estrés o la ansiedad. Además, te permite acceder a un estado interior de abundancia y positividad, en lugar de sentir una sensación constante de vacío y carencia.

Esta antigua práctica disminuye la ansiedad, purga las emociones pesimistas y te une a las profundidades espirituales del universo. Es un espacio de tolerancia y abundancia que toda la humanidad puede alcanzar e intercambiar en su interior.

  1. Sé paciente

Ante la intolerancia causada por una persona o una situación, es crucial ejercitar la paciencia. Da un paso atrás y reconoce que el comportamiento o la perspectiva de alguien no encapsulan quién es fundamentalmente.  Permite que la inquietud provocada por la situación o la persona sea temporal; como todo, las cosas cambian, y esto, con el tiempo, pasará.

Cuando das un paso atrás y te abstienes de reaccionar impulsivamente ante una situación, estás aumentando tus niveles de paciencia. Reflexionar sobre ella te permite afrontarla con mayor finura, transformándote en una versión superior de ti mismo y en un ejemplo de resistencia para los demás.

  1. Cultivar la autoconciencia plena de tu ser 

Ser consciente de uno mismo significa estar plenamente presente en el momento. Al estar presente, disminuirán tus reacciones ante opiniones que puedan ofenderte. Cuando te comprendas de verdad, podrás reconocer lo que desencadena tus reacciones y trabajar para cambiar las creencias que alimentan tu intolerancia.

Esto también puede conducir a un cambio en las creencias que pueden haberse transmitido durante la infancia. Mantente atento e introspectivo, desafíalas, y esto puede dar lugar a una mentalidad más abierta.

El descubrimiento espiritual está simbolizado por una escalera que asciende más allá de un acantilado en forma de cráneo humano.