Probablemente lleves tiempo pensando en empezar a meditar; al fin y al cabo, siempre te decimos lo bueno que es, ya sea para ayudarte con la ansiedad, para dormir mejor o simplemente para mejorar tu práctica del running. Pero, ¿cómo se empieza a meditar exactamente? ¿Te limitas a cerrar los ojos y esperar que todo vaya bien?
A continuación, nuestra colaboradora María Stroman, nos ofrece algunos consejos que te ayudarán a añadir la meditación a tu rutina diaria.
Además, estos tips serán útiles para entender qué deberías hacer cuando por fin te sientes a despejar la mente. En esta nota, te explicaremos con detalles cómo te puedes iniciar en la práctica diaria de meditación exitosamente.
Cómo empezar a practicar regularmente
En primer lugar, es importante que lo anotes en tu agenda. Es decir, que lo establezcas como parte de las tareas a cumplir en tu día. Fijar una hora y una alarma te ayudará a no caer en la excusa de “no tengo tiempo”.
Empieza con una cantidad de tiempo alcanzable (por ejemplo, cinco minutos al día) y sigue a partir de ahí.
Otro consejo aplicable que te servirá para motivarte es buscar un amigo para meditar y asumir responsabilidad en la actividad. Verte comprometido con otro será una excelente herramienta para poder cumplir con la meditación aunque no tengas ganas. Existen algunas aplicaciones de meditación que admiten “desafíos” con tus contactos. Con esto puedes invitar a otra persona a cumplir con cierto objetivo de meditación y acompañar tu progreso.
A su vez, puedes fijar una cita semanal para meditar con este compañero/a . Si le sumas una recompensa con un café después y una buena charla, pronto asociarás la actividad a estímulos positivos y se te hará más fácil cumplirla.
El último tip útil es que busques comprobar constantemente tus progresos. Evaluándolos podremos aumentar nuestro deseo de continuar en ese camino.
Somos criaturas orientadas a los objetivos y no hay mejor sensación que marcar “completo” en una lista de tareas.
Las mejores posturas de meditación
Aunque es la postura más obvia y comúnmente presenciada, no es necesario sentarse con las piernas cruzadas para meditar. Existen varias formas de descubrir la comodidad en tu cuerpo mientras abrazas una experiencia meditativa inmersiva.
Algunas de las más confortables pueden ser las enumeradas a continuación:
- Sentado/a en una silla reclinable
- En la cama, apoyada/o en una almohada (lo que se denomina “meditación en la cama”).
- En el sofá
- Tumbado al sol en una hamaca
- En el auto
El truco está en descubrir el equilibrio preciso entre estar cómodamente situado para no desviarse del camino y no hundirse en un nivel de comodidad tal que te adormezca.
Cómo aquietar la mente
Aunque pienses que una mente completamente despejada es necesaria para una meditación “adecuada”, tener pensamientos durante la meditación puede ser realmente ventajoso.
No te preocupes por tener pensamientos durante tu práctica de meditación. Es algo común y natural, incluso esencial. Los pensamientos son un subproducto de la liberación del estrés. Al permitir y aceptar tus pensamientos, creas espacio para que salgan de tu sistema nervioso, dejando paso al espacio y a la tranquilidad para que afloren por sí solos.
La estrategia que te sugerimos implica tener en cuenta que todo pensamiento tiene un principio y un fin. Por lo tanto, es lógico que haya un espacio al principio y al final de un pensamiento.El secreto reside en interesarse y sentir curiosidad por ese espacio. Una vez que has tomado conciencia de ello, te transformas en un “observador” en lugar de un hacedor.
Ese espacio es la conciencia que puede pasar por alto los pensamientos (en lugar de convertirse en pensamientos). Es donde existen la paz y la quietud, y donde puedes tropezar con ese lugar sereno y tranquilo.
Qué hacer y qué no hacer al meditar
La meditación ofrece un santuario seguro que carece de pautas específicas de comportamiento correcto, aunque existen técnicas de meditación más eficaces.La clave de la constancia es hacer que tu práctica de meditación sea fácil, sencilla y más agradable.
Hay tres cosas que es importante tener en cuenta a la hora de iniciar una práctica de meditación:
- El método debe ayudar a la mente a concentrarse y alcanzar un estado de calma sin ejercer presión.
- Si eliges hacerlo con la guía de un profesor, es fundamental elegir a alguien con competencia demostrada y recomendaciones de amigos o familiares. La educación debe impartirse de forma sencilla y cercana, adaptada a tus encuentros personales, en lugar de centrarse en factores o cifras externas.
- Si buscas ayuda para encontrar la claridad mental, considera la posibilidad de recurrir a podcasts de meditación y atención plena que están disponibles en servicios de streaming populares como Spotify o YouTube.
- Otra posibilidad es buscar sonidos de la naturaleza o música en 3D, proporcionándote una experiencia auditiva única que te permita sentir el viaje del sonido a través de tus oídos.
¿Qué estás esperando para empezar a meditar? El único secreto: intentarlo.