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Cuando se intenta exponer un punto de vista, es vital que el razonamiento utilizado para apoyarlo sea válido y razonable. Cometer un error lógico puede debilitar tu argumento y restarle eficacia.

En la vida, puede haber ocasiones en las que se te exija presentar argumentos. Por eso, es crucial que comprendas las falacias lógicas que puedan surgir y las evites. En esta nota, te presentamos una definición de falacia lógica y algunos ejemplos comunes que se dan con frecuencia. 

¿Qué es una falacia lógica?

Comprender las falacias lógicas más frecuentes es un aspecto crucial para evaluar los argumentos de los demás y crear los tuyos propios.  Se considera que una falta de lógica es una forma equivocada de pensar que puede socavar tu argumento. 

Mientras que algunas tienen evidentes incoherencias, otras son lo suficientemente sutiles como para pasar inadvertidas. 

Existen varios tipos de falacias lógicas, y no todas poseen las mismas características.

A continuación, junto a nuestra colaboradora María Stroman, te comentamos algunos ejemplos de falacias lógicas más comunes: 

1. La falacia del tu quoque ‘tú también’

En lugar de proporcionar un contraargumento válido, los que utilizan la falacia del tu quoque invalidan la crítica del otro, respondiendo con otra crítica. Con este tipo de argumentos, puedes atacar en lugar de presentar una razón lógica para argumentar en contra de su afirmación original. 

Crítica:  “Creo que deberías conducir más despacio. Estamos excediendo la velocidad”.

Respuesta falaz: “Vos no sabes conducir. No opines” 

2. La falacia de la generalización precipitada

El uso de pruebas débiles para llegar a una conclusión se conoce como falacia de generalización precipitada. Las personas que emplean este argumento no usan pruebas bien investigadas y probadas para apoyar sus afirmaciones. 

En su lugar, seleccionan ciertos detalles clave que se alinean con su postura. Aunque una prueba pueda validar el argumento de uno, no tiene en cuenta los contraargumentos o las pruebas contrarias que puedan invalidar las afirmaciones. 

El ejemplo más común es cuando a nivel social generalizamos prejuicios sobre las características de la personalidad de los integrantes de una cultura: “Todos los x son sucios y vagos” . 

3. La falacia de la apelación a la autoridad

Los que utilizan esta falacia suelen confiar demasiado en las opiniones o pensamientos de una sola persona que, por cierto motivo, se puede considerar como una figura relevante dentro del campo de razonamiento. 

Esto se hace especialmente evidente cuando una persona intenta defender algo que queda fuera de su ámbito de especialización. Aunque usar una figura de autoridad para apoyar tu argumento puede ser una buena táctica de debate, también puede ser engañosa si se hace de forma incorrecta. Puede ser un rasgo de tu argumento, pero también es esencial respaldar tu punto de vista con cifras y datos investigados.

Ejemplo de falacia: “No ese necesario vacunarse, porque el doctor lo dijo en su vídeo”.

4. La falacia del falso dilema

Según esta falacia, todos los argumentos pueden dividirse en dos puntos de vista opuestos. La verdad es que la mayoría de los temas tienen una serie de perspectivas y opiniones que no se van a ningún extremo. La principal desventaja de este tipo de falacia es que presenta a la parte contraria como poco razonable. En lugar de intentar llegar a un acuerdo entre las posturas, quienes emplean este tipo de argumento pretenden que su oponente parezca más extremista.

Ejemplo: “Si nuestro contrario apoya esta lucha, entonces no la apoyaremos. Porque las creencias de ellos son distintas de las nuestras”

5. La falacia de la evidencia anecdótica

Esta forma de razonamiento da prioridad a las emociones más que a la lógica. En lugar de basarse en hechos y datos concretos, quienes utilizan la falacia de las pruebas anecdóticas basan sus argumentos en sus propias experiencias personales.

No son conscientes de que la experiencia de una persona puede no aportar pruebas suficientes para hacer una afirmación general.

Aunque algo sea cierto para un individuo concreto, puede no serlo para el general de las personas. 

Ejemplo: “No me gusta el color que elegimos para la página. A los clientes tampoco les gustará”

6. La falacia de inducción perezosa

Cuando la gente ignora las pruebas sustanciales y hace una afirmación basada en una coincidencia o en algo irrelevante, utiliza la falacia de la inducción perezosa.

Cuando una persona utiliza este tipo de razonamiento, dispone de pruebas o estudios que demuestran claramente que algo es cierto. Corresponde a la persona que presenta el argumento reconocer o refutar estas pruebas.

Ejemplo

  • “El 75% de los clientes vuelve a elegirnos”
  •  “Es porque servimos café mientras esperan”.

7. La falacia del término medio

Las personas que emplean este tipo de razonamiento creen que lograr un equilibrio entre dos puntos de vista opuestos es la solución óptima. No reconocen que puede haber soluciones mejores que no se basen en esos dos argumentos opuestos.

De hecho, estos argumentos pueden resultar totalmente inadecuados, lo que implica que conformarse con un término medio puede no ser necesariamente la decisión correcta.

Ejemplo: Rúben dice que es más barato viajar en avión. Pero Mario dice que es más conveniente hacerlo en auto. Es mejor un punto intermedio: viajar en colectivo. 

¿Qué opinas de estas falacias? ¿Hay otros ejemplos que puedas sumar a la lista? ¿En qué ámbitos te parece que reconocerlas podría ser útil?