Al asistir a una sala de cine o elegir una película en nuestra plataforma de streaming favorita, buscamos que la película nos deje algo: diversión, entretenimiento o un mensaje.
Existen muchas personas que disfrutan de obtener aprendizajes de tintes filosóficos para aplicarlos en su cotidianidad o para entender un poco más el sentido de la vida y sus propósitos. A continuación, junto a nuestra colaboradora María Stroman, te dejamos una lista de las mejores películas orientadas hacia esta área de los últimos años:
- La Dolce Vita, un film de Federico Fellini (1960)
Marcello Mastroianni protagoniza esta película en el papel de un periodista de cotilleos que lucha con la dirección y se siente prisionero de la indecisión .Parece como si Fellini hubiera creado esta película para hablar a su público de los siete pecados capitales que se desarrollan en el transcurso de siete noches y mañanas turbulentas.
Toda la película transcurre entre las Siete Colinas de Roma, en las calles de los lugares de ocio nocturno y en las aceras de los cafés.
Pocas películas son capaces de ofrecer al espectador una perspectiva sobre la filosofía, la vida y la muerte a través de diferentes líneas temporales, sin dejar de ser entretenidas. Sin embargo, La Dolce Vita es una de esas películas.
El mensaje es que aunque la noción de la buena vida puede no existir, son las elecciones que hacemos en la vida las que determinan en última instancia nuestro destino.
- El manantial de King Vidor (1994)
Esta película es una adaptación de la novela de Ayn Rand y un drama centrado en el individualismo rodado en un cautivador estilo expresionista alemán.
Protagonizada por Gary Cooper en el papel de un arquitecto independiente que se esfuerza por mantener su integridad, esta película sirve tanto de declaración metafísica como de comentario sobre la política, la ética y la arquitectura estadounidenses, al tiempo que funciona como manifiesto estético.
Gran parte del atractivo procede de los talentosos personajes que intentan dar lo mejor de sí mismos con diálogos ñoños, ofreciendo a veces las mejores interpretaciones.
Gail Wynard, interpretado por Raymond Massey, es un personaje convincente en la historia por las transformaciones que experimenta a lo largo de la película. Por otro lado, Gary Cooper, como Roark, es una herramienta, un hombre egoísta que lucha por adaptarse a las normas populares.
- El séptimo sello de Ingmar Bergman (1957)
El director Ingmar Bergman, conocido por sus películas Persona, Fresas salvajes y Fanny & Alexander, realizó El séptimo sello, un modelo cinematográfico del existencialismo, la apocalíptica búsqueda de sentido de un hombre. Esta extraordinaria historia trata de un caballero que reta a la Muerte a una fatídica partida de ajedrez.
Aunque esta película trata de entenderse a sí misma en términos de cuestiones metafísicas y filosóficas, el director sueco también quiere que el público experimente esta película con las cuestiones del problema del mal, la filosofía de la religión y el existencialismo. Bergman ilustra increíblemente bien el problema de Bloch con sus creencias, la existencia de un Dios omnipotente en el mundo, para que su público lo vea y juzgue por sí mismo.
En lugar de eso, simplemente expone una opinión diferente y deja que el público la discuta.
- Mi noche en casa de Maud de Eric Rohmer (1969)
Eric Rohmer dirige la historia de un joven ingeniero llamado Jean, que se encapricha de una hermosa mujer rubia que también es una devota católica.
Sin embargo, su misión queda en suspenso cuando se encuentra con su amigo Pascal, que pasa toda la velada discutiendo sobre religión y filosofía.
Acuerdan continuar el debate al día siguiente en casa de Maud. Durante las discusiones, Pascal propone una apuesta, con enormes probabilidades contra la existencia de Dios, 100 a 1.
Toda persona debe apostar por esta única posibilidad. Aunque las apuestas sean intrascendentes para ellos, si Dios no existe, perderán. En cambio, si Dios existe, dará sentido a sus vidas y les recompensará con la vida eterna. Los individuos de esta película encarnan rasgos de astucia, confianza, comunicatividad, engaño y autoengaño.
- La soga de Alfred Hitchcock (1948)
Conocido como el genio del suspense, Hitchcock juega con sus espectadores, repeliéndoles y atrayéndoles a un mundo de emociones. La Soga es una de sus películas más atrevidas, concebida intencionadamente como un plano continuo, un verdadero experimento en directo.
Protagonizada por James Stewart, Farley Granger y John Dall, este clásico explora la idea de seres humanos superiores e inferiores.
Su argumento se inspira en el caso Leopold-Loeb de 1924, en el que dos estudiantes de derecho homosexuales de Chicago mataron a un niño de 14 años por diversión, en un intento de demostrar su inteligencia y ser más listos que todos.
Se trata de una película antiexistencialista, en la que James Stewart se horroriza al descubrir que dos de sus alumnos han matado a su compañero de clase.
Al final, James Stewart se da cuenta de que confiar en esta filosofía solo da lugar a sufrimiento, tanto para el adepto como para los que le rodean. La película hace referencia a la filosofía del “Ubermensch” de Nietzsche y también contiene alusiones freudianas.